Las tradiciones navideñas se convierten en valiosas lecciones de vida con imborrables impactos en la fantasía que despierta, en este caso, por ejemplo, ver a Papal Noel en su trineo y su reno, surcando la clara noche del cielo bellvillense.
Los niños con su inocencia dieron rienda suelta a su imaginación y a los más grandes, recuerdos gratos que los guardan entre lágrimas de alegría, en sus corazones.
Esta figura mágica de Santa Claus estimula la creatividad, la esperanza, las emociones, las sorpresas y las alegrías en los más chicos, fortaleciendo los vínculos familiares.
Mantener viva la Navidad y todo lo que la rodea, es un gran acto de amor, por lo que desde la Municipalidad felicitamos a los “constructores” de esta acción que se está constituyendo en algo bien nuestro como la pelota de futbol, las capias y muchas cosas más que llevan el sello de “auténtico bellvillense”.
Ojalá que lo hecho por estos hacedores como Matías Gutiérrez, Bomberos Voluntarios y colaboradores anónimos, inculquen en nuestra comunidad la gratitud y la solidaridad, reforzando el espíritu navideño al participar en campañas de donación, preparar obsequios para personas necesitadas o simplemente agradecer por lo que se tiene.
Que el vuelo de Papá Noel transforme una ilusión en una lección enriquecedora para provecho propio y el de los demás, porque una auténtica Navidad no se centra únicamente en los regalos que es consecuencia, sino en disfrutar gratos momentos en unión y felicidad compartida.
Agradecemos a Leo Zarini por las fotografías cedidas para la presente nota.